En 2009, Luis Morales, Pastor de Vida Real Internacional, comenzó a embarcarse en una misión para ayudar a los niños que viven paises del tercer mundo.
Sin saber a dónde lo llevaría este viaje, se le presentó la oportunidad de visitar una comunidad dominicano-haitiana en un pueblo llamado Barahona ubicado en la República Dominicana.